17 julio 2005

Hola! Soy José Landeros. Egresé de la Universidad de Chile y desde entonces trabajo en una unidad de cuidados intensivos donde asistimos a pacientes pediátricos. Como todos, he tenido que autoformarme en el área. Ya son 10 años y he tenido el privilegio de compartir mi camino con personas cuya experiencia ha sido reveladora. Puedo mencionar a dos que son los que distingo entre todos: Jorge Rodríguez y Sergio Enríquez. Jorge me involucró en su proyecto de desarrollo de la atención de kinesiología en UCI durante las 24 horas, pionero en el área pública chilena. Me conoció como alumno en práctica en el hospital Roberto del Río y, al año siguiente me llamó a trabajar en la UCI. No sé si por buen alumno o porque ya todos los demás le habían dicho que no (el trabajo es en turnos). El caso es que esa decisión, como todas las que uno toma, marcó mi vida laboral. Jorge dirigió mi formación en esos primeros años y aún hoy lo busco para una conversación que nunca es gratis ya que siempre saco algo de provecho. Espero que a estas alturas él también lo obtenga de mí.

Con Sergio pasó algo diferente. Nos conocimos mientras trabajábamos en atención prehospitalaria de emergencia. Primera conversación y supimos que habitábamos el mismo orbital. No hablamos de pacientes ni de procedimientos, sino de Kinesiología pura. Pura Kinesiología en su más general y caótica expresión. Desde entonces, lo tomé como guía en lo que se refiere a la filosofía del ser y el no ser kinesiólogo.

Uno es la experiencia práctica;otro es el resumen de las experiencias.

Gracias a ellos, vengo de vuelta desde un camino que significó zambullirme por 7 u 8 años en el mundo ultra especializado del intensivo, para comenzar a ampliar el zoom y mirar desde lo macro. Desde arriba de la matrix, como dice Sergio: lo simple y lo complejo en en conjunción, la pléctica vital.

1 comentario:

Checoen dijo...

Don José. Bienvenido a la Blogósfera. Estoy expectante para ver con que sorpresas nos vas a encantar.
Saludos
Checo